La Villa donde nací
En la bella Villa de Ledesma,
donde la historia se entrelaza,
surge un rincón de encanto y nobleza,
que cautiva el alma y la abraza.
Sus calles empedradas, testigo mudos
de pasados gloriosos y añoranzas,
guardan secretos en sus viejos muros,
y en cada esquina, historias se entrelazan.
Sus plazas acogen encuentros animados,
donde el bullicio se mezcla con la alegría,
y en los bares, risas y brindis compartidos,
se alzan en honor a esta tierra mía.
La torre del reloj, firme y altiva,
marca el paso del tiempo con elegancia,
y desde lo alto, la vista se cautiva,
por la belleza que la rodea y se lanza.
El rio Tormes, caudaloso y sereno,
refleja el esplendor de su paisaje,
y en sus orillas, el susurro ameno,
acaricia el alma y alimenta el coraje.
Villa de Ledesma, cuna de tradiciones,
donde el pasado y el presente se abrazan,
tu nombre en nuestros corazones,
con orgullo y amor se enlazan.
Salamanca te observa con cariño,
porque eres parte de su historia y esencia,
Villa de Ledesma, tesoro vecino.
eres el alma de nuestra existencia.
Así que alzo mi voz con emoción,
y en versos te canto con devoción,
Villa de Ledesma, joya salmantina,
tu belleza y encanto nunca se terminan.